¿Que sucede cuando nos enfrentamos a lo desconocido?
Miedo, curiosidad… Placer.
A raíz de esta pregunta nace este proyecto. Kinsa, es el número tres en Quechua, como los tres ejes de mi proyecto. Un proyecto para Amaz Foods.
Tras una investigación antropológica, observo que cuando dos culturas chocan, su primer contacto es la gastronomía. Es donde derrotamos nuestros primeros prejuicios frente a esa cultura nueva.
Los sentidos son, en parte los responsables de crear un prejuicio. Por ejemplo, cuando vemos un plato "extraño" ya ponemos una barrera. Sin embargo, si distraemos al sentido podemos romper ese muro y descubrir un nuevo universo.
Por otro lado las tendencias gastronómicas cada vez giran más en torno a la fusión y al vivir una nueva experiencia, descubrir cosas nuevas. Queremos salir de nuestra zona de confort y descubrir nuevos mundos.
Existe un público potencial muy grande que quiere disfrutar de estas nuevas experiencias y no solo en restaurantes, sino que también se atreven a hacer sushi en su casa. ¿Y por qué no vivir una comida sensorial en casa?
Todo esto se une en Kinsa, proponiendo una nueva experiencia del chocolate en base a los sentidos. Son tres productos, uno por cada uno de los sentidos que tenemos en la cara. Estos son pequeñas piezas de porcelana que, junto a un pequeño pergamino, nos dicen el origen del cacao que consumimos, los sellos de sostenibilidad y calidad y así como la forma en que debemos disfrutar la experiencia sensorial por completo.
Estos tres productos que potencian los sentidos harán disfrutar de una manera distinta el chocolate, elevando otro nivel la experiencia de consumir cacao, invitando al usuario a re-descubrir el chocolate de Amaz Foods, e intentando crear una experiencia nueva en el mercado.